La idealización de los libros y la cultura consumista en los andes.

Existe en esta región, llamada por algunos como «Perú», una ambiguedad en el sector academicx con respecto al papel que desenvuelve el libro en nuestras sociedades.

Muchxs de estos señorones privilegiadxs, no se cansan de indicar que el libro es cultura y en consecuencia transformador… sin embargo sus «revolucionarios» libros que escriben (nos referimos al texto en físico como virtual) cuestan por lo menos de 6 a 7 menúes (precio post-covid) en un restaurante popular y si se piratean indican: » no adquieran copia, perjudica a la bondadosa industria de los libros».

Esta ambiguedad es replicada por la mass media y es interiorizada por la gente… es que el libro es un ente intocable, casi sagrado e infunable.

Esta gran contradicción tambien es replicada por la izquierda, desde la moderada hasta la extrema. Estxs «militantes» siguen enclavados en el siglo xx, llorando por aquella «cultura» que se fue, imaginandosé que con su saberes «enciclopedicos» o extremadamente dogmaticos se autorrealizan y convierten en el idolatrado «modelo» revolucionario. Tambien existen anarquistas que desean revivir la «cultura» obrera del sindicalismo, asumen que es la única vía de acción y tratan de hacerla hegemonica… sin embargo cuando se le pregunta sobre las similitudes de esa «cultura» con aquella de los partidos de masas de los 30´s, solo responden superficialmente con: «no son iguales».

Y es que en esta parte del mundo, al sujeto cultural y contracultural les cuesta mucho salir de la zona de confort… si, cuesta grandes cantidades de dinero.

El mundito de los libros y editoriales se mueven por la argolla-dinero, y aunque muchos «realistas» nos enjuicien y encineren nuestros argumentos con el clásico: «sacrificamos mucho por la cultura» o «todo es autogestión» , no queda mas que evidenciar su apaciguamiento con la industria del libro (de la que directa o indirectamente se beneficia!).

El festín de la explotación: la política y las ferias de libros.

Luego de extenderse la ley que «promueve el libro», la industria de los libros celebró a lo grande y tras la pandemia impulsaron con fuerza las denominadas «ferias de libros». Demostraron un gran esfuerzo en «recuperarse» y la «cámara peruana del libro» celebraba junto a sus agremiados el resurgimiento de sus «emprendimientos»…

Sin embargo estos esfuerzos no se muestran para posicionarse frente a casos de corrupción como el del Ministerio de educación y ciertas editoriales-Grupo El Comercio. De la misma forma, desconocen aproposito las conexiones entre política y su agremiación. ¿Acaso Alan García y sus secuaces no son dueños de Crisol? o ¿porque Planeta y otras publican tanta cantidad de textos basura de personajes repugnantes de la derecha extrema peruana? ¿porque tantas tolerania con los autores funados y fachos?

Mientras que el sector «libresco» sea tapado con esa especie de manta protectora llamada «cultura», seguirán los abusos con respecto al deseado «lector».

Aunque para la mass media, a pesar de que la gente no lee, estamos en un ambiente esperanzador:

[sobre la venta de libros sobre coyuntura política] «es un claro indicativo de que hay un público que demanda leer lo que está pasando en nuestro país»

Y que pasa con las denuncias de explotación laboral en la Feria del Libro-2022, algo cotidiano en estos espacios: Absolutamente NADA en la mass media.

Tan solo unaweb ha recogido la voz de estos libreros explotados por la cámara peruana de libros (que hasta ahora no se manifiesta), entre ellos universitarios y personas con inestabilidad laboral.

[reportaje sobre explotación en la FIL-2022]

Y sobre el ansiado «papel de protector» del estado y su SUNAFIL, que es la panacea para la izquierda: NADA.

Así como vemos en otras «industrias», las conexiones entre editoriales y su agremiación con la política son varias y sostenidas en el tiempo (desde el «sano» lobby para poder sostener la «ley del libro» hasta su omisión sobre las conexiones de lavado de dinero en sus agremiados y la protección de la explotación laboral)

El consumo como obstrucción para el conocimiento y el autoaprendizaje

Quizás la lectora nos preguntará: ¿y la novedad?

Bueno, teniendo en consideración que la cultura consumista ya es global (donde todo se vende y todo se compra de forma compulsiva) debemos actualizar nuestra visión de lo que son los libros. He ahí la novedad.

Mientras que lees esto, se renueva las licencias de propiedad intelectual de muchos autores con fines lucrativos y esto es hecho por familiares,grandes empresas editoriales o hasta de gigantes del internet como google. La ansiada «cultura» ahora viene con copy, y para hacer mas atractivo el engaño nos ofrecen las llamadas «re-ediciones».

Si, el primer paso para darse cuenta que una es una imbecil que contribuye a esta industria «bondadosa» es el consumir sus «nuevas» publicaciones. Sucede con todas las disciplinas, aunque con mayor fuerza en la literatura: ¿quien no ha visto una re
re re re re edición de equis libro?

Ofrecen el mismo contenido a un precio elevado, y no se trata de recuperar o ganar lo mínimo, ¿acaso no hemos visto en la libreria facha libros de bakunin a 100 soles? Tambien se ha visto que la «exclusividad» de los textos lo vuelven inmunes a los descuentos en las ferias de libros o hasta se ausentan las publicaciones.

Otra forma de engañar es hacer de la «exclusividad» un pacto entre instituciones para beneficiar a las editoriales. Busquesé la academica de su gusto y su tesis novedosa para comprobar como desaparece dicho estudio del repositorio digital de su
universidad para luego verla en venta como libro por equis afamada editorial.

No le basta a las grandes editoriales financiar libros de mediocres influencers, amparandose en dicha Ley del libro, para sacarnos plata… sino tambien con vendernos la estafa del «libro verde». Si, aquel que no es hecho con madera ilegal o que es parte de un redentor plan de reforestación (si, tu miserables media hectaria de arboles van a salvar al planeta!).

La pandemia tambien ha impulsado este tipo de engaños con respecto a los libros; google y demás editoriales academicas se ha mostrado «buenos» y liberaron textos en pdf para apoyar a los estudiantes del mundo sin embargo son estas mismas empresas las que tratan de monopolizar la mayor cantidad de libros con su respectivo copy, no interesa si son libros con los derechos vencidos …en fin quien va a negarle ese derecho a los dueños del internet?

Como anarquistas la cuestión del autoaprendizaje lo tenemos en mucha consideración, sin embargo existe cierta cantidad de anarquistas que ven en el libro una especie de biblia que libera y cura de todo (que es una falacia porque existen
«intelectuales» fachos), todo esto respaldado por aquellas glorias que dejaron de existir… la cultura de los obreros ácratas del siglo pasado.

Admirada por academicxs y «militantes» del anarquismo, la cultura «proletaria» ha sido tan fetichizada que se le ha vaciado de contenido…ya no se busca propagar la anarquia al contrario se busca propagar las instituciones del anarquismo «dorado». En vez de liberar ediciones, las guardan. En vez de propagar los pdf, regalar libros y leer mas allá que anarquismo, vemos lo contrario: «lo liberaremos dentro de 2 años», «ven a mi biblioteca libertaria», «debes leer a González Prada, Lévano, etc.».

Así, aunque suene muy altanero, el primer obstaculo para el autoaprendizaje del anarquismo son los anarquistas.

Cansemonos de esta farsa y pose de crear grandes «instituciones» como las del siglo pasado, dejemos de lado la idea cuadriculada que el anarquismo se forma leyendo anarquistas renombrados (¿acaso esos «grandes» anarquistas leía solo anarquismo? ¿acaso prada no era un lector de diversos autores? ¿Acaso Goldman no disertó alguna vez sobre Nietzche?)

En vez de buscar reediciones o imprimir libros, demos acceso gratuito a estos textos desde diferentes formatos… y apoyar toda voz que desea manifestarse de forma voluntaria y propia sobre nuestras vidas en resistencia. Nunca busquemos intermediarios que se creen los «profesores» del anarquismo, gente dogmatica y «militantes» disciplinados.

Emma y la censura (1909)

Seamos lo contrario e invitemos a otras a unirse, de este forma se hace cultura anarquista!

Posdata: En conclusión, el libro ahora es un artículo mas de la cultura consumista… y no, no hay que revivirlo (asi como el punk, dejen descansar en paz a dicho elemento que no trae ni una novedad)

Posdata 2: El fin de esta columna no es censurar a los fetichistas de libros, en fin… la mayoría de libros, anarquistas o no, estan en pdf! [busqué en libgen, sci-hub, en el buscador de su preferencia, hasta hay wordpress que los distribuyen ordenadamente]


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