Entender las violencias para confrontar al victimario.

Hace unos 15 años atrás, en el norte de este territorio, aconteció un fenómeno que levantó una morbosidad en la sociedad gracias a la mass media: un joven sicario, denominado “gringasho” se hacia famoso por sus sangrientos crímenes.

Este caso fue uno de los mas representativos durante esta etapa donde el “hampa” perucho estaba en su mayor auge, coincidiendo con la primavera neoliberal en política y con una represión galopante hacia los movimiento anti desarrollo (Baguazo, Conga, Tía María, etc.). Esta etapa también fue un laboratorio, por un lado se agudizaba la desposesión de tierras, promocionaba la informalidad y se daba poder político a ciertos carniceros con licencia como Elidio Espinoza Quispe, tombo líder del escuadrón de la muerte y que por su fama de matar “choros” logró ser alcalde.

Si vemos la historia reciente del hampa en el norte, podemos percibir que se ha promocionado desde el estado, con su consciente indiferencia, la normalización de la ultraviolencia. Si a finales del siglo XX, muchos antropólogos y psicólogos, llamaron la atención por el legado de los genocidas de: Sendero Luminoso, FF.AA, MRTA, PNP y Políticos. Desde alcoholismo extremo, misoginia generalizada, tasa de orfandad alta, delincuencia puber, y muchos casos clínicos extremos relacionados a la salud mental en la región del sur, gracias a los crímenes que arrasaron de forma fatal a dicha zona. Hacemos un recuento de esto para tener en consideración el legado de normalización de la violencia extrema de los 80´s y 90´s, siendo este el antecedente a la violencia extrema en el periodo de la primavera neoliberal. Esto no quiere decir que relativicemos la violencia al contrario, vemos las diferencias y los actores ejecutantes de esta para ir al problema de fondo: la violencia como parte del status quo y la violencia como imposición del estado y del capital.

Retomando, nada se supo sobre este problema, ya que se lo ha expuesto en la mass media como un simple problema de “inseguridad”, un problema que compete al “policia” y mas tarde al “militar”. Y la indiferencia ganó hasta que el vaso empezó a rebalsar por responsabilidad de otros actores…

La tombería y la prensa basura, contribuyeron a la estigmatización de lxs mujeres migrantes venezolanxs.

Durante el gobierno del lobbista y corrupto ppk, se promocionó unas políticas “humanitarias” frente a la crisis económica de la chavista venezuela. Es durante este contexto que sucede un fenómeno extraño en la mass media; se empezó a publicitar una idealización del migrante venezolano con un fin geopolítico que tras los años se convirtió en la promoción de la estigmatización del migrante venezolano para finalmente convertirlo en el chivo expiatorio de los problemas que acontece en este inhumano país.

Tras la caída del ídolo de barro de los neoliberales, ppk, e inicio de un ciclo donde el fujimorismo busca imponerse autoritariamente, el “migrante venezolano” dejó de ser el principal problema en materia de política humanitaria y paso al espacio de la venta de morbosidad en la tv (sobretodo en lo referido a criminalidad, lo conocido como notas “rojas”).

Usando un «humor criollo», estigmatiza y genera una xenofobia y odio al migrante!

Sin embargo, no todo viene desde arriba… en este caso los “subalternos” el “pueblo” o como quiera decirle, estimularon esa migración por cuestiones fenotipicas y misóginas. Así, el patriarcado perucho y sus machitos aceptaron que la explotación sexual de migrantes venezolanas se estableciera en Lima. Y tras los años se ha convertido en una cosificación extrema y estigmatizacion de las migrantes venezolanas.

Conocidos son los problemas entre vecindarios y prostitución callejera en Lima (véase Lince, San Juan de Miraflores, los Olivos, etc.). Y es que la masa de gente esclavizada y explotada sexualmente se disparó en este periodo, al grado de llevar a una confrontación abierta entre mafias por zonas frente a barrios enteros atemorizados por el grado de violencia que se exponía (torturas, sicariato, etc.).

Hablar sobre la violencia extrema actual es también hablar de como el nacionalismo ha enceguecido el análisis crítico de la problemática, si bien es cierto que venezuela es uno de los países mas ultraviolentos de sudamerica (comparese a uruguay con este), es cierto también que la violencia del status quo perucho es muy extrema sin embargo hay ciertos matices que deben aclararse (fue y es diferente, la criminalidad en las alturas de los andes frente a Lima y su extremismo criminal).

En primer lugar, la criminalidad peruana se caracterizaba por ser atomizada (pocas eran las mega organizaciones, tan solo los narcoterroristas del PCP-SL han logrado establecer una zona suya- vraem-). En segundo lugar, la crisis en venezuela ha llevado a una tremenda deshumanización de sus criminales (el autoritarismo de maduro se beneficiaba del clima de terror de las mega bandas criminales).

Si bien, indicar estas diferencias nos da luces de la novedad que impuso las bandas transnacionales de venezuela creemos que fue el contexto quien impulsó el establecimiento de dichas violencia extrema en esta región.

Nos preguntamos: ¿por qué el comando vermelho de brasil, los cárteles narcos de mexico, bandas colombianas, etc. … no lograron establecerse con fuerza en Perú?.

Quizás los xenofobicos o ultranacionalistas, nos indiquen que es responsabilidad de la migración venezolana, que es culpa de ppk y ciertos zurdos que es culpa de los gringos… en fin todas las respuestas superficiales que no dan luces sobre el problema actual que estamos presenciando.

Si vemos el problema de ecuador, pensamos en los carteles mexicanos y las pugnas entre bandas en las cárceles… pero si pensamos en perú, todo se limita a indicar la nacionalidad como variable principal para explicar el problema. Terrible error.

Si tomamos el caso del “Tren de Aragua”, la mega banda transnacional de origen venezolano, nos muestra lo complejo del problema de la criminalidad y la violencia extrema en perú.

Periodistas e investigadores venezolanos, desde hace buen tiempo, ha advertido sobre las tácticas de dicho “Tren”, ya hacia 2020 indicaban que su carácter no es confrontacional y territorial sino de colaboracionismo y amalgamiento con el “hampa” natural de la región donde busca instalarse. En ese sentido, dicha banda nunca entro en confrontación en ciertas actividades lucrativas (minería ilegal, narcotráfico, venta de armas, etc.), lo que quiere decir que en Perú, esas actividades siguen estando en manos de organizaciones criminales fortisimas (¿acaso el PCP-SL no tiene de aliados a carteles narco? o ¿acaso los militares no venden armas a mafias ecuatorianas de forma impune desde hace mas de 20 años?). En conclusión, el “Tren” se alió con el hampa organizada de perú (las cuales financian a los politicos y milicos – info que la DEA debe saber y resguarda para que el status quo no se mueva -).

La “naturalización” del “Tren” también va de la mano con sus servicios, al mismo estilo neoliberal el hampa ha sabido “tercerizar” ciertas actividades y al mismo estilo libertariano ha instalado un libre mercado sin “regulación” que captan a personas vulnerables para cometer distintos actos repugnantes (reglaje, sicariato, extorsión, etc.). En resumen, el “tren” ha ofrecido servicio que antes recaía de forma atomizada (el caso de gringasho respondio a un hampa perucha envalentonada que fue fácilmente desmontada gracias a la mass media) pero de forma mas organizada y en beneficio de ciertos sujetos fuera del país (sea un cartel de mexico, o un narco boliviano, etc.). Fue todo un éxito, ya que la “profesionalización” del hampa vino con una mayor articulación que superó las barreras de la nacionalidad (peruanos y venezolanos, comparten bandas en la actualidad). Así que, creer que la nacionalidad es la responsable de todo es no decir absolutamente nada… expulsando a todos los migrantes, como quieren los chauvinistas no solucionará absolutamente nada sabiendo que hay un problema estructural que el status quo politico-militar aprovecha para imponer proyectos autoritarios.

Si bien, como anarquistas no creemos en la “naturaleza” del mal en las personas lo que si podemos indicar es que los peruanos han sido hipócritas ya que han contribuido al establecimiento del “tren” en esta región… y no hablamos del hampa peruana sino de los “ciudadanos” que apoyaron y financiaron la esclavitud sexual de las migrantes.

Y si, una de las primeras actividades que desplega el “tren” para posicionarse en territorios ajenos es con actividades “primarias” (la “coyoteria”, el engache para la explotación sexual y el sicariato). De esta forma, muchas venezolanas han sido esclavizadas por diferentes mafias que respondía a dicha organización criminal. Ya las investigadoras venezolanas han advertido de eso, y es que esta decisión “humanitaria” de ppk solo fue un pase de una región a otro, como una especie de desplazamiento de un baño sin papel higienico a otro, ósea un baño que no se puede utilizar. Así, miles de migrantes vulnerables (si bien al inició hubo una migración de clases medias, posteriormente las bajas buscaron huir de la venezuela “socialista”) quedaron a la deriva, en otros países sin oportunidades y con choque culturales enormes que no se pudieron explicar calmadamente para poder establecer una buena convivencia (estigmatización por no ser “chamba”, o por ser “fiestero”, son expresiones que recuerdan al enjuiciamiento de los limeños hacia los norteños o de los sureños a los selváticos).

Entonces, la primera actividad de gran importancia para el “tren” fue la denominada “prostitución” que tuvo una gran acogida por el patriarcado peruano. Sin darse cuenta, estos que lloran en la actualidad por la “criminalidad”, fueron los principales financistas del “tren”. Hemos visto como se ha celebrado, en son de broma, el establecimiento de zonas rosadas “informales” donde hasta explotan a menores de edad. Y es que el “tren” es un pulpo, que ha absorbido a los cafichos nacionales y que busca también adueñarse actividad no hetero como el de la prostitución trans.

No es que el “tren” sea una organización unitaria sino que comparte identidad y modalidad delictiva, mas allá de la nacionalidad (ahora hasta las bandas peruanas son extremadamente violentas y osadas, veasé a los Pulpos!).

En la actualidad meten terror en Chile y Perú, tambien debemos recordar a los narcos peruanos en Argentina. En fin, el hampa no tiene nacionalidad ni etnia, es iluso pensar eso!

El fin de este artículo no es señalar a una nacionalidad como culpable de un problema, como el chivo expiatorio que quiere los políticos, al contrario es demostrar que hay una alianza maldita que derriba las nacionalidad con el fin de usufructuar de nuestras libertades y nuestra fuerza de trabajo… y es que la criminalidad es aliado de los políticos (¿acaso la pnp no recibe dinero de los que esclavizan migrantes para explotarlas sexualmente? O ¿no hay mineros ilegales aliados del “tren” que paga a politicos para seguir destruyendo la selva?, etc.).


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